“¡Papis,
es bueno estudiar para garantizar el futuro de sus hijos!”
Al empezar esta cursada del EDI no tenia en claro que aspectos se iban
a trabajar pero con el correr de los días y en cada encuentro, esa pregunta se
iba llenando de respuestas. Sabia
muy poco de este espacio, comencé a preguntar a compañeras que ya lo habían
hecho para que me contaran de qué se trataría esto. Los supuestos que tenia
acerca de estas modalidades no formales son muy pocos. Y me pregunté: a tan
poco tiempo de recibirme ¿Cómo conozco tan poco acerca de estos centros de
primera infancia que no tengan un formato escolar? No tenía experiencia sobre
esto, solo tenía información de textos que leí en otras comisiones el cual me
informé que existían diferentes modalidades alternativas como por ejemplo: los
CPI (Centro de Primera Infancia), jardines nocturnos para madres y padres
estudiantes, jardines en escuelas secundarias, ludotecas dentro de una
universidad, fundaciones que ayudan a las familias para que puedan seguir sus estudios,
ya que es fundamental para su futuro. A
lo largo de la cursada en donde hablamos de qué se trataba este espacio en el
cual nos informaban sobre estas diferentes modalidades que nombré
anteriormente, me empezó a interesar mucho más. Pude adquirir más conceptos y
conocimientos sobre estas modalidades que como decía antes, desconocía la forma
en que se llevan a cabo sus propuestas con respecto al carácter social y
educativo en estos espacios. Tal vez las conocía de nombre pero no su
funcionamiento. Pero en este encuentro de la cursada tuve la oportunidad de
participar de una charla, en la cual vino a visitarnos la Lic. María Laura
Galli, Coordinadora del Programa Primera Infancia y maestras que trabajan en
una sala ubicada dentro de una escuela secundaria, lo cual me pareció muy
enriquecedora y valiosa, ya que nos brindaron mucha información sobre estos
espacios. También me resultó muy interesante y gratificante conocer y tener la
experiencia de visitar un jardín nocturno algo diferente al formato escolar;
llamado Colegio República de Turquía donde funciona ahí, el Jardín Vespertino
Nueve Lunas, ubicado en el barrio de Saavedra. Al ver a los niños en el espacio
de acuerdo a mi interpretación me di cuenta que estaba orientado a la
integración de los jefes de familia para que se eduquen y elevar y continuar
con la educación de sus hijos que es fundamental para su futuro. Al vivir esta
experiencia se me cruzaron muchos sentimientos, el valor que tienen los padres
en dejar a sus hijos para poder seguir estudiando, en este espacio pude ver cómo
los padres se toman el tiempo para despedirse, también pueden ir a visitarlos
en el momento de los recreos y participar de alguna actividad propuesta. Ej:
lectura de algún cuento, juegos, amamantar a sus hijos, etc. Destaco que a
diferencia de un formato escolar, vemos cómo los padres dejan a sus hijos y se
van, se comunican mediante cuaderno e ingresan cuando hay una propuesta armada
y preparada con anticipación. La comunicación es la justa y necesaria. En estos
espacios diferentes es muy valiosa la ayuda que reciben las familias y la
oportunidad de incluir a los niños en un sistema educativo mientras los padres
terminan sus estudios. Resulta necesario contar con estos espacios ya que son
muchos casos en lo que las madres abandonan sus estudios por no tener con quien
dejar a sus hijos. Ojalá en un futuro haya más establecimientos como éstos.
Para cerrar este relato y recorrido quiero
decir que me llevo una linda experiencia y vivencia social y educativa para
seguir formándome y creciendo como futura docente. Me hubiese gustado tener
este tipo de experiencias, conocimientos mucho antes y no en tan poco tiempo de
recibirme, visitar más centros como estos, pero me resultaron muy valiosos e
interesantes para mi formación.
Belén Báez.